8/07/2008

Que Trabajo me va costar dejarte marchar, te vas a ir llena de mi y vas a volver sin conocerme.
Que trabajo me va a costar dejar sobre tu pecho posibles realidades de imposibles minutos.
A la tarde en la montaña un perceo te va a limar las cadenas y te vas a ir corriendo por los montes, hiriendote los pies.
No van a poder seducirte ni mi carne ni mi llanto, ni los ríos donde dormías tus siestas de oro. Tampoco.
Desde oriente a occidente voy a llevar tu luz gigante, redonda. Tu luz enorme que sostiene mi alma en tensión aguda. Desde oriente a occidente.
Que trabajo me va a costar dejarte ir con los pájaros, que trabajo me va a costar. Voy a levantar tus brazos y se los voy a regalar al viento. Voy a levantar así tus brazos y se los voy a regalar al viento.
Me piden que no te llore mas, que no te llame mas, que te deje ir. Que si te llamo venís y que vos estas por pasar a dejar de ser. Pero yo se que no es por vos que no te debo llamar, habrá que olvidar y bueno, pasara y todo también pasara. Pobre. Tan solo te voy a dejar sin saber nada, ni el olor de donde estas, sin siquiera reconocer el olor de donde estas. Mi corazón, late. Sin tu mano enorme en mi cara, tu mano gigante en mi cara. Gigante, enorme. Ahora ya no lloro mas, tengo de que reír, acá mira, toca acá. Tu mano enorme en mi cara, gigante. Enorme.

No hay comentarios: