SI

Si, la relación tenia muchos altibajos. A veces creía ver como una segunda montaña rusa, se adhería a la mía propia. Eran largos trayectos en picada, cuesta abajo. Que claro remontaban de a poco o de a golpes abruptos, para continuar un trayecto casi recto, para otra vez... Descender hasta el piso y volver a subir.

Si y ella se volvía loca en el intento de enloquecerme mas a mi, como un juego de palabras complicado, pero muy entretenido de jugar.

Si, intentamos seguir esa, nuestra relación, por el cariño que un día nos unió. Pero eran muchos los altibajos, a veces uno quiere sentarse a descansar, a mirar el paisaje que nos rodea. Una tregua... En fin. Eran una cantidad que ya empezaba a infiltrar los sentimientos, claro. Los altibajos aburren, desgastan y causan mareos, nervios y hasta revoltijos de panza, lo que lo hace agotador. Quedaba la desintegración de la causa.

Si, antes de quebrar en millones de pedazos impensables de volver a unir algo tan bello como el amor sincero y real. Mejor separar dos fuerzas, separar a las montañas, seguir un trecho mas distanciadas. Si al fin y al cabo se vuelven a juntar como imanes, como el ying yang. ¿Por qué destruir lo mas lindo de la vida que es amar y ser amado a cambio?.

Si, es increíblemente necesario cortar todo contacto, para asemejarlo a la realidad y así pasan las cosas... Hasta que un mal día descubrimos que el cuerpo tibio que esperábamos en la cama todas las noches, no va a venir a abrazarnos y acunarnos hasta dormirnos. Que su voz no retumba en nuestras cabezas con aquellas frases hermosas que decimos los enamorados. Que tu mente ya no hace libre asociación con los lugares, los momentos, los dichos, que vivimos juntas. Que su risa es algo que ya no te hace feliz, no la recuerdas... Que aquella persona falta todavía y el lugar que dejo vos siempre lo guardaste intacto para que vuelva. Pero las cosas así pasan y ese mal día uno piensa en que la maldita costumbre una vez mas hizo su lugar.